viernes, 27 de marzo de 2015

LENGUA

UN REY DE BABILONIA   
Cuentan que hubo un rey en Babilonia que reunió a los mejores albañiles y sabios y les ordenó construir un laberinto tan difícil de salir que nadie se atreviera a entrar, y los que se atrevieran a entrar, se perdieran. Con el paso del tiempo, vino a su palacio un rey árabe. El rey de Babilonia para burlarse hizo que el rey árabe se metiera en el laberinto. El rey se perdió. Comenzó a andar sin poder encontrar su salida hasta que llegó la noche. Entonces pidió socorro y dio con la puerta. Sus labios no se quejaron, pero le dijo al rey de Babilonia que él, en su ciudad, tenía un laberinto mucho mejor. Luego volvió a su país junto a sus capitanes, pero antes atacó algunos castillos y tuvo la suerte de hacer preso al rey de Babilonia. Prisionero el rey, lo ató encima de un camello y se lo llevó al desierto. Caminaron muchos días, y cuando ya estaban en medio del desierto, le dijo: "Oh, rey, en Babilonia me quisiste perder en un laberinto con muchas escaleras, puertas y muros; ahora te voy a enseñar mi laberinto, donde no hay escaleras que subir, ni puertas que forzar, ni pasillos que recorrer, ni muros que te impidan el paso".
Luego cortó las cuerdas que ataban al rey de Babilonia y lo abandonó en mitad del desierto, condenándolo a morir de hambre y de sed.

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